Residencia de ancianos
en ti la vejez espera
porque le estorba una madre
al hijo que allá tuviera.
Naciste de mis entrañas
te amamanté con cariño
con amor velé tu sueño
mimando siempre a mi niño.
Ya mis pechos están secos
ya mi cuerpo no es ligero
y ese desvelo que tuve
hoy me dices:no te quiero.
No lo dices con palabras
con hechos me lo demuestras
ya sentirás en tus hombro
la cruz que yo llevo a cuestas.
Esta carita arrugada
que tú no quieres besarte
te ha llenado de caricias
cuando te veía llorar.
Hoy lloro yo, y tú qué haces
si tú me haces llorar
de verme tan despreciada
sintiendo en mí tanta edad.
Necesito aquel cariño
que de niño yo te dí
¿por qué queriéndote tanto
me has alejado de ti?
En silencio estoy llorando
la ausencia de tu querer
porque si no te doy mi paga
me niegas de tu presencia
y no me quieres tener.
A Dios le pido llorando
que no te mande castigo
no quiero que Dios te cobre
lo que tú haces con migo.
Miguel Garrido
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