Paseabas, por la playa
una tarde de verano
tus ojos que son luceros
mi vida, la iluminaron
Flor olorosa, de amor
mi corazón, traspasaste
tú olor, en mí penetró,
y mi corazón robaste
ha hora me siento perdido
pues ya corazón no tengo
por favor préstame el tullo
para que siga viviendo
para que siga viviendo
Encarna Gordo
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