Antaño fue la mujer punto de debilidad,
no podían opinar, eran insignificantes, ni siquiera dejaban botar. Es una pena señores, las tenían marginas. Solo por nacer mujer, no`podían estudiar,
ni un puesto de trabajo le dejaban realizar.
Solo tener muchos hijos, lavar, barrer y fregar.
Era el hombre de la casa el que podía opinar;
Maltratada y sumisa, solo le toca callar.
Por que si se enfada el hombre, no se que puede pasar, las trataban de ignorantes, ya ven que eso no es verdad. Somos tan inteligentes como ellos, o poco mas.
Las cosas han avanzado,ya podemos estudiar
y desempeñar trabajos de gran responsabilidad.
Aún falta, por llegar, que los hombres y mujeres tengan la misma igualdad, ¿por que si trabajan
juntos al hombre le pagan mas?
Encarna Gordo.
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